Preeclampsia Salud Mamá

Tratamientos de la Preeclampsia

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La Preeclampsia es una enfermedad gestacional donde la mujer desarrolla hipertensión después de la vigésima semana de gestación. Su surgimiento todavía es un misterio para la ciencia, por eso los tratamientos son paliativos.

La Intensidad

Todo va a depender también de la intensidad en que se manifieste la Preeclampsia y en qué momento del embarazo va a aparecer. Si la misma fuera, digamos, “suave”, el reposo de la mujer acostada del lado izquierdo puede ayudar con la circulación sanguínea hacia los riñones y el útero. Una dieta pobre en sal también ayuda mucho, ya que la misma es un conocido agente estimulador de la alta presión. Ingerir mucha agua ayuda en la dilución de la sal en el organismo. En el caso de un embarazo de ese tipo, el acompañamiento médico debe ser todavía más riguroso. Si fuera necesario puede recetar antihipertensivos. Todo para que el parto ocurra lo más cerca posible a las 40 semanas.

Si la Peeclampsia fuera más grave, la mujer deberá ser internada en el hospital inmediatamente, a fin de estar en constante observación. También serán seguidos todos los pasos indicados en la Preeclampsia suave. Independiente de la edad gestacional, si hubiera madurez del feto o estuviera en estado de sufrimiento, o peor, hubiera indicios de eclampsia, se recomienda la interrupción del embarazo. Eso porque el parto puede estabilizar la condición. Si todo estuviera bien, la Preeclampsia se disipará algunas semanas después.

Sin embargo, si incluso así, el estado evoluciona a la eclampsia, deberán ser usados tratamientos para crisis hipertensivas, además de corticoides para acelerar el desarrollo de los pulmones del niño aún en la barriga de la madre, aumentando las oportunidades de vida extrauterina. Generalmente en gestaciones de más  de 34 semanas, se induce el  parto, sea por cesárea o normal (siempre se prefiere la  segunda opción).

Lamentablemente, la Preeclampsia siendo muy grave en la mujer con gestación de hasta 24 semanas, se aconseja el aborto, pues, la madre corre riesgo de vida. Se trata, como se puede ver, de una gravísima enfermedad que necesita todos los cuidados profesionales y apoyo de la familia.

 

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