El test de la lengüita es un examen simple realizado por fonoaudiólogos, profesionales entrenados y capacitados, que consiste en la evaluación del frenillo de la lengua en bebés recién nacidos para diagnóstico precoz de la lengua atrapada. Lamentablemente, todavía no es un test obligatorio en todos los países, pero muchos están despertando el interés en implantarlo y divulgarlo.
¿Qué es la lengua atrapada?
Es una alteración común, pero muchas veces ignorada. Está presente desde el nacimiento y ocurre cuando una pequeña porción de tejido, que debería haber desaparecido durante el desarrollo del bebé en el embarazo, permanece en la parte de debajo de la lengua, limitando sus movimientos.
La lengua atrapada impide que la misma se mueva adecuadamente, desarrollando así adaptaciones y/o compensaciones para succionar, tragar, masticar y hablar. Hay bebés con dificultades para mamar, causando estrés tanto en él como en la mamá, lo que puede llevar a la introducción innecesaria de la mamadera y al desmame precoz. Hay también niños, jóvenes y adultos con dificultades en la masticación/deglución y alteraciones en el habla, afectando la alimentación, la comunicación, el relacionamiento social y el desarrollo profesional.
¿Cómo funciona el test de la lengüita?
La técnica no causa ningún dolor al bebé. Se divide en historia clínica, evaluación anatómica y funcional y evaluación de la succión no nutritiva y nutritiva. Es un test rápido y seguro, sin costo, que detecta precozmente la lengua atrapada, posibilitando el tratamiento adecuado y evitando esos problemas de los que hablamos arriba.
Si no se respeta la ley y no se realiza el test en la maternidad, puede hacerse hasta el sexto mes de vida del bebé. Después de ese período, deberá hacerse otro tipo de evaluación para diagnosticar el problema.
Tratamiento y corrección de la lengua atrapada
Si se observara alteración en la membrana de la lengua, puede ser recomendada la corrección, hecha, la mayoría de las veces, con un pequeño corte en el frenillo, una “puntadita”, para que la lengua pueda tener más movimiento. En el procedimiento, que dura pocos minutos, se usa anestesia local y el bebé ya puede ser amamantado inmediatamente. La cirugía libera los movimientos de la lengua, aumentando la eficiencia de la succión durante el amamantamiento, disminuyendo así la incidencia del desmame precoz.
Existen grados diferentes de lengua atrapada, por eso, el tratamiento varía. No en todas se recomienda el tratamiento de liberar la lengua, pero si la cirugía fuese necesaria, cuanto más pequeño el niño, más rápida es la recuperación. Eso sucede porque en esa etapa la cirugía sería prácticamente indolora.
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