¿Ya escuchó hablar del Síndrome del Túnel Carpiano? ¿Sabía que la hinchazón en las manos durante el embarazo puede desencadenar ese síndrome? Pero antes de saber de qué se trata, es importante entender estas palabras:
Carpo: es la estructura ósea de la muñeca, entre el antebrazo y la mano;
Túnel carpiano: es un canal que tiene tres lados formados por hueso y un lado formado por un ligamento. Por dentro de ese canal, pasa un nervio importante, el nervio mediano;
Nervio mediano: es el responsable por el tacto en el pulgar, en el índice, en el dedo mayor y en mitad del anular, y también comanda el movimiento de un músculo en la base del pulgar.
Entonces, el Síndrome del Túnel Carpiano es una enfermedad del sistema nervioso que ocurre por la compresión del nervio mediano, que pasa por el canal del carpo en el puño e inerva mano y dedos, causando adormecimiento y pérdida de sensibilidad en las manos, sobre todo entre los primeros dedos, además de ardor, sensación de hormigueo y hasta una debilidad y dificultad para agarrar objetos.
Es una patología no exclusiva del embarazo, muy frecuente en personas que realizan trabajos o acciones que implican movimientos repetitivos de una de las manos, como el uso de la computadora o trabajos de costura, por ejemplo, y también un problema muy común enfrentado por futuras mamás.
¿Por qué aparece en el embarazo?
La gestación es un período en el que la mujer pasa por muchos cambios y adaptaciones en su organismo. Los cambios hormonales provocan una mayor retención de líquidos: todos los tejidos, incluyendo los de la muñeca, se embeben en líquido y tienden a hincharse, reduciendo todavía más el espacio disponible para la circulación.
Es absolutamente normal sentir hinchazón en las manos durante el embarazo, pero esa hinchazón, también llamada edema, sumada a la retención de líquidos resultantes de las modificaciones hormonales en cada etapa de la gestación, puede desencadenar los síntomas que caracterizan el Síndrome del Túnel Carpiano, causado por la compresión e inflamación del nervio mediano y por eso tan frecuente en las gestantes.
El aumento de peso de la futura mamá también propicia una mayor posibilidad de aparecimiento del síndrome, ya que el tejido adiposo del puño provoca también una mayor compresión del nervio. Además, la predisposición anatómica desempeña un papel bastante importante: las mujeres de muñeca pequeña tienen, claramente, mayor probabilidad de desarrollar el problema.
Diagnóstico y tratamiento
El examen que permite diagnosticar con seguridad el síndrome del túnel carpiano es la electromiografía. Este método, que no posee contraindicaciones específicas en el embarazo, logra verificar si existen eventuales alteraciones en la transmisión del estímulo nervioso de un músculo. Para efectuar la prueba, se aplican unas pequeñas agujas en las extremidades donde se manifiesta el síndrome, que reciben descargas eléctricas de baja intensidad.
Pero no hay motivo para preocuparse, porque el tratamiento generalmente es muy simple y la enfermedad tiene grandes probabilidades de desaparecer después de que nace el bebé.
Si el dolor y el hormigueo estuvieran interfiriendo en el sueño y la rutina, se recomienda conversar con el médico para que evalúe el caso e indique el tratamiento adecuado. Importante: la gestante jamás debe tomar analgésicos u otro medicamento sin la orientación del obstetra.
Si persiste el dolor por mucho tiempo después del parto, puede ser necesario un tratamiento especial para aliviar la presión sobre el nervio mediano, primero con remedios antinflamatorios, después con inyecciones de cortisona o, en los casos más graves, una cirugía simple, todo dependiendo de la recomendación médica. El procedimiento se hace a través de una pequeña incisión en la palma de la mano, para que el médico pueda hacer un corte en el ligamento carpal transversal, una de las paredes del túnel carpiano, liberando así el nervio. Con la incisión, el nervio mediano vuelve a funcionar normalmente.
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