El Síndrome de Hellp es un descubrimiento relativamente reciente de la medicina – solo en la segunda mitad del siglo XX fue clasificado como síndrome de laboratorio – y su nombre viene de un acrónimo en inglés que identifica sus principales características:
H de Hemolytic anemia. Hemólisis es la fragmentación de las células de la sangre;
EL de Elevated Liver enzymes. Elevación de las enzimas hepáticas, en traducción;
LP de Low Platelet count. Bajo conteo de plaquetas. Es importante recordar que las plaquetas son células que ayudan en la coagulación sanguínea y por eso uno de los síntomas de ese síndrome es la hemorragia.
Condición exclusiva del embarazo y pudiendo ocurrir en el posparto también, el Hellp es una complicación de la preeclampsia (hipertensión en la gestación,de la cual ya hablamos acá), que puede ser fatal para la mamá y el bebé. Se estima que 8 % de esas gestantes que tuvieran preeclampsia van a sufrir también de ese síndrome. En números absolutos, el síndrome de Hellp alcanza 0.2 % a 0.6 % de las gestaciones. Por lo tanto, es muy raro. Ese factor contribuye para la falta de conocimiento sobre la enfermedad. Otra contribución es el hecho de ser de difícil diagnóstico.
¿CUÁNDO OCURRE?
Necesariamente, tienen que ocurrir las características citadas arriba para ser llamado de Hellp. Síntomas como: dolor en la parte alta o central del abdomen, cefalea, náuseas, vómitos y malestar generalizado son los más comunes. El agravamiento puede presentarse como edema agudo de los pulmones, insuficiencia renal, falla cardíaca, hemorragias y ruptura del hígado, pudiendo ocasionar la muerte materna y fetal. Eso puede ser evitado si, a través de exámenes clínicos y de laboratorio, el Síndrome de Hellp fuera diagnosticado con antelación y la mujer fuera internada para un acompañamiento obstétrico más cercano.
TRATAMIENTO
El tratamiento va a variar de acuerdo con la edad gestacional en que haya complicaciones:
Menos de 34 semanas – se aplican inyecciones de corticoesteroides: la 1ª, en el músculo deltoide (brazo). La 2ª, en el glúteo. Ellas sirven para desarrollar los pulmones del bebé y adelantar el parto.
Después de 34 semanas – se induce el parto precoz para evitar el sufrimiento del feto y la muerte de la madre.
Menos de 24 semanas – no es eficaz ningún tratamiento y es necesaria la interrupción del embarazo.
Eso ocurre porque el síndrome entiende que el bebé es un cuerpo extraño al organismo de la madre e intenta ‘expulsarlo’. Este conflicto genera las complicaciones y por eso la único manera de terminar con el Hellp es interrumpir la gestación, sea por parto inducido/cesárea (cuando es posible), o por aborto. Todas esas informaciones, muestran cuán importante es hacer el acompañamiento Prenatal adecuadamente, pues ante cualquier alteración clínica o síntoma, la respuesta puede ser rápida y, por lo tanto, más eficaz.
GRUPOS DE RIESGO DEL SÍNDROME DE HELLP
Las mujeres que poseen una predisposición al Síndrome de Hellp son las mismas de la preeclampsia:
- Historial familiar de preeclampsia
- Primer embarazo
- Nueva paternidad, o sea: cada embarazo con un nuevo compañero puede aumentar el riesgo de preeclampsia.
- Edad, siendo que el riesgo es mayor después de los 35 años.
- Embarazo múltiple
- Intervalo de 10 años o más entre las gestaciones.
Si la mamá posee un historial con otras enfermedades, también puede entrar al grupo de riesgo. Ejemplos de enfermedades son:
- Obesidad
- Hipertensión
- Jaqueca
- Diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2
- Enfermedad renal
- Tendencia a desarrollar coágulos de la sangre (trombofilias)
- Enfermedad autoinmune, como la artritis reumatoide, esclerodermia y lupus.
PREVENCIÓN
Por tratarse de un síndrome raro, los métodos preventivos para el Hellp son inciertos. En general, para una gestación saludable es importante controlar el peso, hacer una dieta adecuada, tener un estilo de vida saludable, hacer el acompañamiento prenatal y estar muy atenta a todos los síntomas e indicios desde el inicio de la gestación.
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