Salud Bebé

¡Los primeros 1000 días: una época de oro! Entienda

Los primeros 1000 días se refieren al período que va del primer día de gestación hasta los 2 años de edad. A pesar de que la llamada “amnesia infantil” borra los primeros capítulos de nuestra historia, pues difícilmente alguien recuerda algo anterior a sus 2 años de edad, algunos investigadores afirman que los hechos de esa etapa pueden dictar mucho lo que vendrá, desde el riesgo de desarrollar enfermedades al desarrollo intelectual.




Una etapa especial, de oro

Bajo el concepto de los  “mil días” se considera que es en el comienzo de la vida que se puede influenciar lo que será el resto de la misma. Al final de cuentas, es en ese período que cada célula del cuerpo está siendo formada y programada. El crecimiento y el desarrollo en ese período son más grandes  que durante toda la vida. Por eso, es considerada una etapa tan especial, un intervalo de oro, que puede cambiar radicalmente el destino del niño, no solamente en términos biológicos, sino también en asuntos intelectuales y sociales.

Es muy importante que los padres entiendan todos los procesos fundamentales para asegurarle al niño una buena calidad de vida. Por ejemplo, uno de los análisis que todo bebé tiene que hacer es el Test del Piecito (la Pesquisa Neonatal), para diagnosticar de forma precoz algunas enfermedades raras en los primeros días de vida, lo que permite un tratamiento inmediato.

Pesquisa Neonatal

Realizado a partir de gotas de sangre del talón del recién nacido, parte del cuerpo rica en vasos sanguíneos, el test del piecito detecta precozmente enfermedades metabólicas serias, raras y asintomáticas que, si no se tratan a tiempo, pueden afectar el desarrollo del bebé, generar secuelas irreversibles o hasta incluso la muerte. Este rastreo permite identificar antes incluso que aparezcan síntomas, que, muchas veces, pueden ser evitados por medio del tratamiento apropiado. Por eso es tan importante.

Y por eso también es muy importante que las familias estén informadas. Es una de las reivindicaciones de Mamá Que Ama. El análisis debe realizarse entre el tercer y quinto o como máximo séptimo día de vida del bebé. Se extraen gotas de sangre del talón y son colocadas en un papel filtro especial. No existen contraindicaciones o efectos secundarios, además de durar solo algunos minutos y ser prácticamente indoloro. Después de 48 horas de vida, se establece el funcionamiento del organismo del recién nacido y es posible detectar las enfermedades, como la fenilcetonuria, que es diagnosticada después de la digestión de leche materna o complemento infantil.

Existen versiones ampliadas del análisis capaces de detectar una lista mucho más grande de enfermedades.

Factores internos y externos

De esa manera, hasta incluso las primeras decisiones de las mujeres en la gestación tienen la posibilidad de influenciar la salud, las actividades físicas y las habilidades de aprendizaje del niño. En el embarazo, cuando la futura mamá elije alimentarse de una forma saludable, por ejemplo, ya está haciendo una programación genética para la salud de su hijo en la vida adulta.Los estudios sugieren que la nutrición en el período de la la gestación y en los primeros 2 años de vida puede determinar efectos, a corto y largo plazo, en la salud y en el bienestar hasta la vida adulta. Además, la genética no es soberana en la determinación del potencial de crecimiento y desarrollo del individuo: cerca de 20% de los genes son influenciados por factores hereditarios, mientras la mayor parte de ellos, hasta el 80%, es influenciada por factores ambientales como: medicamentos, estrés, infecciones, ejercicios y la nutrición.

Alimentación adecuada

Se sabe que aquello que la mujer come durante los nueve meses ayuda a determinar el paladar y el olfato del bebé – que siente el sabor por el líquido amniótico –, y que los hijos de mamás que tuvieran diabetes gestacional, por ejemplo, también tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad. Entonces, una alimentación adecuada durante la gestación, asociada a la lactancia materna, a la correcta introducción de la alimentación complementaria y al mantenimiento de buenos hábitos alimentares, son requisitos básicos para el crecimiento y desarrollo infantil saludable.

Los investigadores y científicos están cada vez más seguros de que una buena nutrición y el cuidado de la salud en los primeros 1000 días tienen un papel protector, que ayuda a garantizar un futuro en el cual las habilidades cognitivas, motoras y sociales estimularán la salud y el potencial máximo del adulto.

Cuidados y estímulos

Además de la nutrición, en el concepto de los “mil días”, los padres tienen un papel decisivo en la forma como el niño se va a desarrollar, pues ellos son el primer ambiente del hijo. Fuera del útero, los primeros 2 años son considerados los más significativos para el desarrollo del cerebro: mitad del crecimiento cerebral de toda la vida ocurre en ese período, cuando el niño pasa por las mayores modificaciones cognitivas, adquiere habilidades motoras más amplias y todo eso es mediado por el ambiente, o sea, por los cuidados (atención, vínculo afectivo seguro, interacción) y estímulos de los padres.

Sobre los estímulos, los mismos promueven las conexiones entre las neuronas, aumentando la capacidad de aprendizajes y llevando al cerebro a hacer nuevas conexiones. Pero no significa que el niño va  a ser alfabetizado a los 4 años. En verdad, lo mejor es apostar a la simplicidad: juegos más tradicionales que estimulen la imaginación y la creatividad, como pintar, jugar a la pelota, además de ayudarla a dar los primero pasos, son maneras de hacer que eso ocurra.


En definitiva, la ciencia demuestra que el desarrollo en la primera infancia se fortalece por la existencia de buenas relaciones entre el adulto y el niño, elementos fundamentales en ese proceso. El desarrollo integral es la base para toda la vida.

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