Preeclampsia Salud Mamá

Preeclampsia y el riesgo de problemas cardíacos en el futuro

La preeclampsia (aumento de la presión arterial en gestantes con más de 20 semanas) acomete de 5 a 10% de las futuras mamás y puede generar serias complicaciones a su salud y a la de los bebés. Cuando se cuida bien, puede evitarse y desaparece en los primeros tres meses después del parto. Sin embargo, un estudio concluyó que mujeres que tuvieron esa complicación en el embarazo están dos veces más propensas a infarto y enfermedades cardiovasculares y cuatro veces más susceptibles a insuficiencia cardíaca.

Científicos de la Universidad de Keele, en el Reino Unido, revisaron más de 20 estudios que analizaron 6,5 millones de voluntarias. Ese relevamiento fue publicado en 2017 en el periódico científico Circulation: Quality and Outcomes y sugiere que la aparición de preeclampsia ya señala un corazón sobrecargado. Por eso, los especialistas afirman que es importante adoptar un estilo de vida saludable y pasar por un chequeo regularmente, incluso si la presión vuelve a lo normal.

Sobre el resultado de ese estudio, Mamá Que Ama conversó con el Dr. Guilherme Lobo, asesor médico en Medicina Fetal de Fleury Medicina e Saúde. Él refuerza la información y hace una alerta a las madres y futuras mamás. Vea la entrevista:

MQA: El estudio citado afirma que la simple aparición del cuadro de preeclampsia indica un corazón sobrecargado. ¿Qué puede decir sobre eso?

GUILHERME LOBO: Ese estudio refuerza un conocimiento que no es nuevo, el de que las mujeres que tuvieron preeclampsia son consideradas de alto riesgo para eventos cardiovasculares, pasados muchos años de la gestación. Eso es válido para infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca congestiva y accidente vascular cerebral (AVC), entre otros, de forma que aumenta el riesgo de muerte como resultado de esos eventos.

Otros estudios ya mostraron haber más riesgo para otras complicaciones como, por ejemplo, insuficiencia renal crónica, entre aquellas que tuvieron preeclampsia en la gestación. Sin embargo, la razón por la cual existe esa asociación no es muy comprendida e intriga a los investigadores.

Es posible que los tradicionales factores de riesgo cardiovasculares, como hipertensión, diabetes, obesidad, hiperinsulinemia y dislipidemia, que juntos componen el síndrome metabólico, ya estén presentes, en mayor o menor grado, al momento de la gestación. Está bien establecido que estas pacientes tienen mayor riesgo de desarrollar disturbios hipertensivos (preeclampsia) en el embarazo.

Otra posibilidad es que la aparición de la preeclampsia dé el puntapié inicial a una cascada de eventos inflamatorios que llevaría a lesión crónica del revestimiento interno de los vasos sanguíneos (endotelio), y por esa razón, las mujeres pasarían a tener mayor riesgo a mediano y largo plazo, de sufrir enfermedades cardiovasculares. Se percibe así que la relación de la preeclampsia con las enfermedades cardíacas puede ser tanto de causa como de consecuencia.

 

MQA: ¿Existe una recomendación médica para las pacientes que pasan por eso en el sentido de redoblar los cuidados con la salud del corazón después del cuadro de preeclampsia?

GUILHERME LOBO: Sí, debería existir siempre. Es una señal de alerta, sobre todo, en los casos en que la enfermedad hipertensiva se presenta precozmente (antes de las 34 semanas) y en su forma grave.

Estas pacientes, en particular, deben ser orientadas en el sentido de mantener hábitos saludables de alimentación, práctica de ejercicios físicos y evitar el tabaquismo, además, evidentemente, de controlar hipertensión y diabetes, si estuvieran presentes.

 

MQA: ¿Cuál es la recomendación médica en esos casos?

GUILHERME LOBO: Especialmente para aquellas que tuvieron preeclampsia grave y/o precoz, se recomienda que tengan después del parto una evaluación cardiológica y metabólica, pues es posible que en ese momento se reconozcan señales del síndrome metabólico o hasta incluso de otras enfermedades, como las trombofilias.

Es importante también que esas mujeres sean bien orientadas y entiendan que pueden tener un mayor riesgo cardiovascular futuro. De esta manera, es fundamental que mantengan hábitos saludables de vida ya comentados y hagan acompañamiento médico regular. El riesgo de una nueva gestación debe ser cuidadosamente evaluado, ya que la probabilidad de presentar nuevamente la enfermedad no es baja.

 

MQA: ¿Y cuál es la alerta que usted le da a las mujeres que nos acompañan?

GUILHERME LOBO: Ya que innumerables factores de riesgo clínicos están asociados a la preeclampsia, pudiendo citar: edad materna avanzada; primera gestación; obesidad; hipertensión; diabetes; gestación gemelar y fertilización in vitro. Vale llamar la atención para la prevención de la enfermedad. Eso podría alcanzarse (al menos parcialmente) controlando el peso antes del embarazo y evitando el embarazo en la etapa final del período reproductivo, época en que algunos de los factores enumerados antes aparecen con mayor frecuencia y que más comúnmente se recurre a programas de reproducción asistida.

 

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