Alertamos a las familias: los niños también necesitan mantener una rutina de visitas al médico desde el nacimiento. Y esa rutina de atención y cuidados no puede parar, ni inclusive durante la pandemia. El proceso empieza en la gestación, cuando los padres ya pueden elegir el pediatra que va a acompañar el desarrollo del niño (entienda sobre la consulta pediátrica prenatal aquí), y en la maternidad, cuando hacen el test del piecito obligatorio para todos los recién nacidos.
Los órganos oficiales de salud recomiendan que los niños de hasta seis meses de vida tengan consultas mensuales con pediatras; después de eso y hasta los dos años, trimestrales; de los tres a los seis años, semestrales; y a partir de los siete a los 18 años, la recomendación es que sean anuales (vea la tabla a continuación).
Según la pediatra Kallydya Fonseca, la costumbre de ir al médico regularmente garantiza una buena calidad de vida al niño. La introducción alimentaria se inicia a los 6 meses, se pueden hacer en caso de sospechas las pruebas de intolerancia y alergia, se pueden solicitar los análisis de sangre e imagen pueden y, después de un año, comienzan los de rutina que generalmente son: hemograma, rutina del hierro, glicemia, si los padres tuvieran dislipidemia puede ser solicitado colesterol y triglicéridos, entre otros que puedan ser necesarios.
La pediatra también dice que el chequeo de rutina es importante para hacer una evaluación continua de la salud y del desarrollo, además de ser posible evaluar la alimentación, aclarar dudas, prevenir problemas, diagnosticar enfermedades precozmente y orientar sobre los cuidados con el niño, la vacunación, inclusive en la pandemia, siguiendo todas las recomendaciones y protocolos de seguridad, claro.
“Lamentablemente muchas personas prefieren solo ir al pediatra cuando ya están con algún problema, es una cultura de la emergencia, en la que prefieren remediar envés de prevenir“, lamenta la Dra. Kaka.
Mamá que Ama cree que esa postura puede y debe cambiar a partir de la información, por eso, esa alerta es tan importante. Entonces, le dejamos el mensaje a mamás y papás: ¡mantengan siempre al día las consultas, análisis de rutina de los pequeños (y los suyos también) y las vacunas! ¡Y compartan con familiares y amigos la importancia del chequeo, ¿ok?! 😉
Encontrando un buen pediatra
Pedir recomendaciones a familiares y amigos puede ser fundamental al momento de elegir un pediatra. Además, es posible verificar si el profesional tiene una especialización reconocida por los órganos oficiales de salud, verificar si constan reclamos en las redes sociales y, durante la primera consulta, dejar claro lo que es importante para usted y su familia. “La familia tiene que identificarse con el profesional para que haya una buena relación médico-paciente“, complementa la Dra. Kallydya. ¡Aprobado!
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