Malformación fetal, también conocida como malformación congénita, pues, el niño nace con ella, es un defecto en la formación de un órgano (o parte de él), o incluso de un área mayor del cuerpo del bebé aún durante el embarazo.
Debido a sus males físicos y mentales que pueden acometer al niño, comprometiendo su desarrollo y distanciándola de una vida normal, esas deformaciones son muy temidas por los padres. Pero, felizmente, los casos de malformaciones no superan 1% de los nacimientos.
Alrededor de la mitad de ellas tiene origen desconocido, a pesar de los avances médicos. Se sabe que alrededor de ¼ se debe a defectos de cromosomas con base genética y menos de 10% son de factores externos como ambiente o exposición a químicos.
Las malformaciones más comunes son:
• Malformación cardíaca;
• Medula espinal;
• Malformación del cráneo;
• Sistema urinario;
• Sistema digestivo, entre otros.
La mayoría de ellas pueden ser identificadas en la gestación a través de la ecografía. La misma es capaz de identificar hidropesía fetal, anomalía del septo cardíaco, problemas con la salida de flujo, hidrocefalia, obstrucciones del tracto urinario, quistes renales, obstrucción intestinal, anomalías en la pared abdominal y hernia diafragmática, por ejemplo.
Una de las deformaciones más comunes es el labio leporino, también llamado hendidura palatina, que es detectado con una ecografía especializada el segundo trimestre de embarazo. Claro que el médico, si lo cree necesario, puede pedir más exámenes tales como ecocardiograma fetal, tomografía fetal y exámenes que identifiquen alteraciones genéticas como el cariotipo fetal con punción del cordón umbilical.
Confirmando el diagnóstico de formación irregular, es casi seguro que se realice una intervención quirúrgica correctiva. Sin embargo, algunas tienen solución. Y, aunque sea imposible prevenir la mayoría de los tipos de malformación, usted puede hacer algunas cosas para que su bebé nazca saludable.
Una de ellas es abolir completamente el alcohol y cualquier tipo de tabaco (incluso el pasivo). Además de no usar drogas y remedios, salvo las prescripciones dadas rigurosamente por su médico. Otra sugerencia muy importante es la ingestión de ácido fólico.
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