Salud Mamá

Hipotiroidismo: cómo la enfermedad afecta el embarazo

El hipotiroidismo, si no fuera tratado o si fuera tratado de forma incorrecta, puede causar problemas serios de salud a la gestante y al bebé, puede ser causa inclusive un aborto espontáneo. Por eso, es muy importante el diagnóstico, el tratamiento y el control de la enfermedad, lo que posibilita una gestación normal hasta el final.

 

Riesgos para la madre:

. Preeclampsia
. Parto prematuro
. Anemia
. Placenta previa
. Hemorragia postparto
. Aborto espontáneo

 

Riesgos para el bebé:

. Problemas cardíacos de formación
. Atraso en el desarrollo mental
. Bajo C.I.
. Sufrimiento fetal
. Bajo peso al nacer

 

¿Cómo identificarlo?

El hipotiroidismo es más frecuente en mujeres jóvenes en edad de embarazarse. Ellas son un grupo de riesgo de la enfermedad, que es un cuadro caracterizado por una disminución de la producción de la hormona tiroidea (tiroxina), segregada por la glándula tiroides. Aproximadamente 1 de cada 100 mujeres en edad fértil tiene hipotiroidismo y el riesgo de desarrollarlo con el avance de la edad.

Durante el embarazo, se exige un esfuerzo 50% mayor de la glándula tiroides. La mayor dificultad en diagnosticar el hipotiroidismo en el embarazo es que los síntomas son, con frecuencia, confundidos con los del propio embarazo. El cansancio, el aumento de peso y la menstruación irregular son algunos de los síntomas propios del hipotiroidismo, y son comunes en el embarazo. Esa es la razón por la que puede pasar desapercibido. Por lo tanto, parece justificado realizar un estudio sistemático de hipotiroidismo a todas las gestantes para investigar su posible existencia.

Un simple análisis de sangre destinado a medir los niveles de hormona tiroidina (tiroxina, o T4) y de la TSH sérica (hormona estimulante de la tiroides) puede mostrar el diagnóstico. En casos positivos, de debe repetirse el análisis cada 4 u 8 semanas durante toda la gestación para mantener la enfermedad controlada.

Pero, en verdad, lo ideal es que la mujer se haga el examen para control de la tiroides antes incluso del embarazo para evitar sorpresas no deseadas y complicaciones durante el mismo. Eso ocurre en la mayor parte de los casos: generalmente las gestantes ya tienen hipotiroidismo antes del embarazo. Pero los exámenes prenatales ayudan a detectar la enfermedad en mujeres que no presentaban síntomas del problema.

Otros síntomas, como, por ejemplo, voz ronca, lentitud al hablar, caída de cabello, cabello resecado, grueso y disperso, piel seca, gruesa y áspera, dolor y adormecimiento de las manos (síndrome del túnel carpiano), pulso lento, calambres musculares, confusión, plantas de los pies y palmas de las manos anaranjadas, presión de vientre, rostro hinchado, párpados caídos y expresión facial de disgusto, pueden indicar la enfermedad.

 

Tratamiento

El tratamiento básico consiste en ampliar la dosis de L-Tiroxina para llegar a las exigencias que pide el embarazo. La dosis que debe ser administrada es particular a cada caso, ya que se establece con relación a los niveles de hormonas tiroidinas. Este tratamiento no presenta riesgo para la salud de la mamá y el bebé. Solo es necesario realizar controles periódicos de los niveles hormonales durante el embarazo para ajustar correctamente la dosis de L-Tiroxina, ya que excederse en la dosis puede dar lugar a un hipertiroidismo (exceso de hormona tiroidina).

 

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