¿Qué es?
La diástasis es provocada por el estiramiento de la barriga, que causa una separación del recto abdominal. Entonces se forma un espacio entre los músculos, muy común.
A partir de ahí, esa división entre los músculos forma una laguna, la diástasis. Eso ocurre debido a la debilidad del recto abdominal que queda muy estirado por el crecimiento de la barriga en el embarazo (porque la pared del útero aumenta para recibir el bebé). Algunas situaciones que favorecen el desarrollo de la diástasis abdominal son tener más de una gestación, embarazo de mellizos, bebé con más de 4 kg al nacer y edad superior a 35 años. Pero también puede ocurrir fuera del embarazo, cuando la persona levanta objetos muy pesados con una postura incorrecta, por ejemplo.
El tamaño de esa laguna varía normalmente de 1 a 3 centímetros dependiendo de la constitución muscular de la mujer y del tipo de gestación que tuvo. En los casos más graves, puede llegar a 20 centímetros.
Algunas mujeres presentan una separación tan grande que pueden presionar 3 o 4 dedos en su abdomen y los mismos se “hunden” como si tuviese un agujero en la barriga, por no tener la pared muscular que debería impedir esa entrada.
Complicaciones de la diástasis
Además de perjudicar la estética de la barriga, la principal complicación de la diástasis abdominal es el surgimiento del dolor en la espalda en la región lumbar. Ese dolor ocurre porque los músculos abdominales actúan como una cinta natural que protege la columna al caminar, sentarse y hacer ejercicios. Cuando este músculo está muy débil, la columna se sobrecarga y hay un mayor riesgo de desarrollar hernia de disco, por ejemplo. Por eso, es importante realizar el tratamiento, promoviendo la unión y el fortalecimiento de las fibras abdominales.
Tratamiento
El tratamiento puede ser por medio de ejercicios físicos, que son de gran ayuda, pero deben hacerse con supervisión del fisioterapeuta o personal trainer, porque si se realizan mal pueden causar un aumento en la presión intraabdominal, y aumentar la separación de los rectos, empeorando la diástasis, o llevar a la aparición de una hernia. Algunos casos necesitan tratamiento quirúrgico. La cirugía es el último recurso para corregir la diástasis, pero es muy simple y consiste en coser los músculos. A pesar de que la cirugía puede ser realizada solamente con ese objetivo, el médico también puede sugerir una lipoaspiración o abdominoplastia para remover la grasa en exceso, cosiendo el músculo para finalizar.
¿Como prevenirla?
Como las mujeres que ya tuvieron diástasis tienen predisposición para desarrollarla nuevamente en gestaciones futuras, se recomienda un intervalo de por lo menos dos años entre un embarazo y otro.
La sugerencia número uno de médicos y especialistas es fortalecer la región con ejercicios físicos, incluso antes del embarazo y también durante. Pero es necesario tener cuidado con esos ejercicios.
En la gestación no se recomienda hacer actividades de impacto o muy intensas, por el contrario – los ejercicios más adecuados son hidrogimnasia y caminatas suaves.
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