Salud Bebé

El cuidado de la piel de los niños debe ser constante. La especialista explica.

El verano y las vacaciones escolares son la combinación perfecta para actividades y juegos al aire libre, sea en la playa, en el parque, en la piscina o hasta incluso en el campo. Los niños tienen que aprovechar el tiempo libre y la diversión, pero es necesario cuidar siempre la piel, protegiéndola contra los rayos ultravioletas, que en esta época del ano son más fuertes y constantes.

Evitar el sol de las 10h a las 16h y reforzar la fotoprotección de los pequeños son actitudes importantes para evitar quemaduras, que, de inmediato, producen enrojecimiento, ardor y dolor, pero a lo largo del tiempo también aumentan las probabilidades de cáncer y de envejecimiento de la piel.

De acuerdo con la Dermatóloga Dra. Rafaella Caruso Matos, se recomienda usar protector solar con factor 30 como mínimo, en los niños a partir de los seis meses de vida, además de ropas, sombreros y sombras, que funcionan como barreras físicas del sol.

«La quemadura solar en la infancia está relacionada a una mayor probabilidad de desarrollar melanoma en la edad adulta. Para evitar quemaduras solares es imprescindible usar protector, que debe ser reaplicado cada dos horas o después de sudar intensamente y entrar en el agua», afirma. 

En el caso de los bebés, se debe evitar la exposición solar directa. Y para saber si el sol está muy fuerte, la dermatóloga da un consejo: «analice su propia sombra. Si la sombra formada por su cuerpo en el piso fuera menor a su altura, no se exponga».

Según la médica, durante los meses más calurosos del año, entre diciembre y febrero, aumentan levemente (cerca de 10%) las consultas de niños con casos relacionados a la piel. «Hay muchos episodios de alergias (dermatitis de contacto), empeoran los cuadros de dermatitis atópica, resecamiento y algunos tipos de micosis», cuenta.

Si, incluso así, hubiera excesos y se presentara una insolación, la especialista recomienda hidratación oral (consumo de líquidos) y de la piel, con cremas y lociones, además del uso de ropas livianas. «En casos más graves, con quemaduras extensas, los papás deben buscar un dermatólogo, pues pueden ser necesarios medicamentos específicos».

En verano los líquidos son siempre bienvenidos, por eso no espere que el niño pida agua. Jugos, tés y agua de coco son buenas opciones para tener a mano durante los paseos. «La hidratación y alimentación saludables son esenciales para mantener el equilibrio de  la salud en su totalidad», concluye.

comentarios

Click here to post a comment

Mailing

Video