El cáncer de mama es una enfermedad causada por la multiplicación de células anormales de la mama, que forman un tumor maligno. Es el tipo de cáncer más común entre las mujeres en todo el mundo, siendo 2,1 millones de nuevos casos y 627 mil muertes por la enfermedad por año, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo hombres también pueden tener cáncer de mama, pero son solamente el 1% del total de casos diagnosticados.
Hay varios tipos de cáncer de mama. Algunos tienen desarrollo rápido mientras otros son más lentos.
Factores de riesgo
El cáncer de mama no tiene solamente una causa. La edad es uno de los más importantes factores de riesgo para la enfermedad (cerca de cuatro de cada cinco casos ocurren después de los 50 años). Otros factores que aumentan el riesgo de la enfermedad son:
• Obesidad y sobrepeso;
• Sedentarismo (no hacer ejercicios);
• Consumo de bebida alcohólica;
• Menstruación precoz (antes de los 12 años);
• Menopausia tardía (después de los 55 años);
• Exposición frecuente a radiaciones ionizantes (Rayos-X).
• No haber tenido hijos;
• Primer embarazo después de los 30 años;
• No haber amamantado;
• Uso de anticonceptivos hormonales (estrógeno-progesterona);
• Haber hecho reposición hormonal posmenopausia, principalmente por más de cinco años;
• Factores genéticos y hereditarios (riesgo elevado) – Historia familiar de cáncer de ovario; Casos de cáncer de mama en la familia, principalmente antes de los 50 años; Historia familiar de cáncer de mama en hombres; Alteración genética, especialmente en los genes BRCA1 y BRCA2.
Indicios y síntomas
Es importante que las mujeres observen sus mamas siempre que se sientan cómodas para eso (sea en el baño, al momento del cambio de ropa o en otra situación cotidiana), sin técnica específica, valorando el descubrimiento casual de pequeñas alteraciones mamarias.
Los principales indicios y síntomas del cáncer de mama son:
• Carozo (nódulo) fijo, endurecido y generalmente indoloro;
• Piel de la mama enrojecida, retraída o parecida a la cáscara de naranja;
• Alteraciones en el pico del pecho (pezón);
• Pequeños nódulos en la región debajo de los brazos (axilas) o en el pescuezo;
• Salida espontánea de líquido de los pezones.
Al ser identificadas alteraciones persistentes en las mamas, es importante buscar inmediatamente un servicio médico para hacer una evaluación diagnóstica.
Diagnóstico precoz
Realizar el autoexamen y buscar un médico para exámenes como la mamografía, son esenciales y fuertemente destacados en campañas de concientización de la enfermedad. Eso porque el cáncer de mama puede ser detectado en etapas iniciales, en gran parte de los casos, aumentando así las probabilidades de tratamiento y cura. Todas las mujeres, independiente de la edad, pueden conocer su cuerpo para saber lo que es normal o no en sus mamas. La mayor parte de los cánceres de mama es descubierta por las propias mujeres, por medio del autoexamen.
Además de estar atenta al propio cuerpo, también se recomienda que las mujeres de 50 a 69 años se hagan una mamografía de rastreo (cuando no hay indicios ni síntomas) cada dos años. Ese examen puede ayudar a identificar el cáncer antes del surgimiento de los síntomas.
La mamografía es una radiografiá de las mamas hecha por un equipo de rayos X llamado mamógrafo, capaz de identificar alteraciones sospechosas.
Las mujeres con riesgo elevado de cáncer de mama deben conversar con su médico para hacer una evaluación del riesgo para decidir la conducta a ser adoptada.
Tratamiento
Después que de los exámenes de imagen (mamografía, resonancia magnética, ecografía entre otros) identifican una alteración sospechosa de cáncer de mama, es necesario recolectar parte del tejido de la mama para una biopsia, en la cual serán identificadas las células tumorales o no. Después de que el equipo médico estudia el caso, será definido el tratamiento apropiado y el pronóstico del paciente.
Los tratamientos se dividen entre terapia local (cirugía total o parcial, radioterapia) y terapia sistémica (quimioterapia, hormonoterapia, inmunoterapia).
Prevención
Cerca de 30 % de los casos de cáncer de mama pueden ser evitados con la adopción de hábitos saludables, como la práctica de actividad física regular, una alimentación saludable, un peso corporal adecuado, no consumir bebidas alcohólicas, amamantamiento. Además de hábitos saludables, la realización periódica de exámenes de rastreo también es una forma importante de prevención y permite un diagnóstico precoz.
¡Hágase la mamografía!
La mayoría de las mujeres debe comenzar a hacerse mamografías anualmente después de los 50 años, pero para quien tiene historial familiar de cáncer de mama, el examen debe comenzar 10 años antes del caso más precoz en la familia. Entonces, si un pariente cercano tuvo ese tipo de cáncer a los 40, es necesario comenzar a hacerse mamografías anualmente a partir de los 30 años.
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