Salud Bebé

El sueño infantil: qué hay que saber sobre la hora de dormir

Los primeros años de vida son fundamentales para regular el sueño de su hijo. La rutina en su conjunto ayuda al niño a tener un orden predecible de eventos y a calmarlo. Esto se aplica tanto a la siesta como al sueño nocturno, que requiere menos estimulación, juegos más tranquilo y menos exposición a las pantallas. 

“Son actitudes que ayudan a regular las hormonas del sueño y aumentan la melatonina, que es una de las hormonas que ayudan a un sueño más profundo y reparador ”, explica la pediatra Dra. Stephanie Galassi. 

¡Conozca todos los consejos de los expertos para la hora de dormir en esta entrevista!

 

¿Cuál es el tiempo de sueño recomendado para cada edad, tanto de día como de noche? ¿Cómo equilibrar esto?

Estoy particularmente en contra de las tablas del sueño que muestran cuánto tiempo  es el adecuado para cada edad porque genera ansiedad y cada bebé tiene su momento.

En cada edad, el bebé tiene una necesidad. Descubrimos que los bebés más pequeños, especialmente en los primeros meses, toman muchas siestas durante el día. Alrededor de los 8-9 meses, la mayoría toma 2 o 3 siestas durante el día. Alrededor de 1 año y 3 meses, una siesta al día y la mayoría de los niños de 3 o 4 años ya no toman siestas.

 

¿Cómo funciona y qué importancia tiene la rutina de sueño para bebés y niños? 

La rutina en su conjunto ayuda al niño a tener un orden predecible de eventos y a calmarlo. Esto se aplica tanto a la siesta como al sueño nocturno, que requiere menos estimulación, juegos más tranquilo y menos exposición a las pantallas. Estas son actitudes que ayudan a regular las hormonas del sueño y aumentan la melatonina, que es una de las hormonas que ayudan a tener un sueño más profundo y reparador.

Para asegurarnos una buena noche de sueño, nuestro cuerpo necesita entrar en ritmo, entender que ha comenzado el día, ver llegar la luz del sol, quitarnos el pijama, desayunar, etc. Para tener niveles adecuados de hormonas del sueño, necesitamos estar relajados y poco estresados durante todo el día.

 

¿Cuáles son los beneficios de una rutina de sueño?

Tener una rutina aporta tranquilidad a los más pequeños. La rutina hace que el cerebro esté tranquilo y en paz porque sabe lo que sucederá en cada etapa de nuestra vida diaria. Somos capaces de anticiparnos a problemas y situaciones. Lo predecible genera tranquilidad.

Tenga una rutina predecible con su hijo. Despertarse, quitarse el pijama, escuela, almuerzo, siesta, etc. Cada familia tiene su rutina individual y, a veces, los horarios de cada familia y cada actividad del día son diferentes, pero el niño aprenderá a anticipar el próximo evento del día.

 

¿Cuándo deben los padres comenzar a establecer esta rutina? ¿Cómo organizarla?

La rutina debe establecerse desde el nacimiento, respetando siempre el ritmo y organismo de cada bebé.

 

¿Cuáles son los principales consejos para un sueño sano y tranquilo (qué evitar y qué hacer?)

El sol y la naturaleza son nuestros aliados. Andar al aire libre ayuda a entender esta rutina con la ayuda del sol: por la mañana tenemos más luz, por la tarde un poco menos, llega el anochecer y llega la noche. Cuanto más al aire libre, mejor.

Las siestas durante el día también ayudan a mantenernos relajados y con buenos niveles hormonales. Trate de aprovechar las siestas a su favor: los padres logramos trabajar o descansar durante este período y nuestros hijos equilibran todo su cansancio para que no lleguen por la noche «más allá del punto»: lo que, en lugar de relajarse, lleva a un sueño muy inquieto y de peor calidad.

Cada vez tenemos más estudios que demuestran deficiencias en el desarrollo infantil relacionadas con la exposición excesiva a las pantallas. Para todas las edades, es importante evitar el uso de pantallas a la hora de comer y tener una supervisión constante de los padres sobre el contenido visto.

. Hasta los 2 años: ningún minuto frente a las pantallas. Excepción para contactar a miembros de la familia a través de video llamadas realizadas desde un teléfono celular o computadora.

Niños entre 2 y 5 años: como máximo 1 hora por día.

Niños entre 6 y 10 años: 1 a 2 horas por día.

Mantener una buena rutina de alimentación, con un aporte variado de nutrientes a lo largo del día, es excelente para una buena salud. Al final del día, evite los alimentos muy grasos y picantes, así como los ricos en cafeína como los chocolates y las bebidas cola (tés y refrescos).

 

¿Influye la ropa en este proceso? ¿Qué es lo más adecuado?

A veces, los padres se olvidan de pensar en la seguridad del sueño, especialmente en invierno. Tenemos mucho miedo de que el bebé tenga frío por la noche y ponemos mantas en la cuna. Sin embargo, esto también aumenta el riesgo de asfixia y no es seguro. Además, la manta es un elemento ineficaz ya que los bebés se mueven mucho durante la noche y siempre patean la manta. Los capullos para dormir son la mejor opción para asegurar que los bebés estén cubiertos toda la noche y de manera muy segura.

Hay modelos adecuados para cada etapa:

Entre 0 y 5 meses – Luego de nueve meses de protección y cobijo en las paredes del útero materno, es importante recrear en la mayor medida posible las sensaciones que tuvo el recién nacido de la barriga de mamá. Para promover este sentimiento, el Swaddle (del término inglés «to swaddle» que significa «envolver»), es más práctico y seguro que los complicados rollos de pañales para hacer el «habanito».

Cuando el niño comienza a dar señales de que la etapa de rodar está a punto de comenzar, es hora de cambiar a los capullos que dejan libres los bracitos. También apto para niños en los primeros meses de vida, el Capullo atiende a los más pequeños de hasta 12 meses, garantizando un sueño cálido durante toda la noche.

Para los más pequeños que les molesta los pies tapados o que ya han empezado a caminar, a partir de un año la mejor opción es el capullo que deja fuera los pies, porque proporciona el calentamiento necesario sin quitarle autonomía y movilidad al niño.

 

¿Cómo / dónde deben dormir el bebé y el niño?

Las recomendaciones actuales de las Sociedades de Pediatría son:

  • El bebé debe dormir boca arriba;
  • Debe dormir en un lugar seguro, preferiblemente en su propia cuna;
  • Dormir sin artículos sueltos alrededor, como almohadas, mantas y kit de cunas;
  • Utilizar pijamas adecuados al clima del momento para mantener al bebé abrigado, evitando así el uso de mantas;
  • Las mantas, si fueran necesarias, deben estar bien ajustadas en los lados de la cuna;
  • Los pies del bebé deben estar al final de la cuna durante los primeros meses, hasta que aprenda a desplazarse solo;
  • Cunas certificadas;
  • Colchón firme con densidad adecuada (D18).

 

Algunos niños luchan por conciliar el sueño y se resisten hasta el último momento. ¿Cómo actuar en estos casos?

Esto es muy común en los bebés cuando ya ha pasado la hora de dormir. Por eso es importante estar atenta a las primeras señales de que se acerca el sueño.

Para los niños mayores, estar presente en las horas previas a dormir. Trate de estar realmente presente, desconectarse de dispositivos electrónicos como computadoras y teléfonos celulares y estar disponible para sentarse y jugar plenamente con su hijo. Algunos niños no quieren dormir debido a la ansiedad de separarse de sus padres, quienes a menudo han tenido que ausentarse del trabajo durante todo el día. “Recargarlos” con nuestro cariño y afecto de antemano y llevarlos a dormir ayuda mucho.

Elija el pijama con su hijo, déjelo participar en ese proceso. Mientras lo ayuda, puede contarle una historia que implique la elección, por ejemplo, el estampado del pijama o el color.

 

¿Qué es el efecto volcánico y cómo deben manejarlo los padres?

El efecto volcánico también conocido como la “hora de las brujas” es clásico: al final de la tarde, el bebé comienza a llorar y nada lo calma.

Al anochecer, naturalmente tenemos el pico de una hormona del sueño llamada melatonina. Esta hormona ayuda al bebé a conciliar el sueño. Sin embargo, cuando perdemos el «timing», ganamos un bebé irritable de sueño. ¡Y es una línea muy fina como un cabello que separa el momento adecuado para dormir del famoso “se pasó”! A veces lo que hizo que el bebé se pase fue un cambio de rutina, estímulos externos, juegos, un baño más largo o ¡simplemente nada que notáramos!

En ese momento, entra en acción otra hormona llamada cortisol. Esta es la hormona del «estado de alerta». Estas dos hormonas son enemigas y el bebé llora en la lucha «cortisol x melatonina».

El bebé llora, se llena la barriga de aire, empiezan a tener gases, si no tenía hambre ahora ya tiene y … voilà: ¡tenemos la receta completa para un bebé amargo de sueño + hambre + gases + todo!

Seguramente no calmamos a este bebé tan fácil, más aún cuando estamos mareados probando mil cosas a la vez (cambiar de regazo, cambiar de ambiente, cambiar de pecho, darle medicina para los gases …) y estamos consiguiendo un bebé llorando más.

Mi consejo para esta hora: mire si no es el caso de estipular una rutina de sueño más temprano. ¡Algunos bebés dicen «buenas noches» encantados a las 17 o 18 horas! Pruebe el regazo más tranquilo del momento para la técnica de las 5 S durante largos minutos y vea si ayuda. Y créame: ¡todo mejora! ¡Con el tiempo, sentimos mejor el momento del bebé y también ellos aumentan su tolerancia a los cambios en la rutina!

 

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