A pesar de que los beneficios de la actividad física para el cuerpo y la mente están más que comprobados, el tema todavía genera dudas e interrogantes cuando se trata de los niños. Pero hablar de actividad física en la infancia es básicamente hablar de movimiento del cuerpo, que es esencial para el desarrollo infantil en varios aspectos: emocional, corporal, intelectual. O sea que la actividad física puede ser un juego activo saludable en el cual el niño se mueve, divirtiéndose.
“El movimiento tiene que ser el centro de la vida de los niños, permeando todas las facetas de su desarrollo, sea en el dominio del comportamiento motor, cognitivo o afectivo. Negarle a los niños la oportunidad de cosechar los beneficios de la actividad física regular es negarles la oportunidad de vivir la alegría del movimiento eficiente, los beneficios de la salud de un estilo de vida activo, y una vida motoramente hábil”. (David L. Gallahue, Frances Cleland Donnely, 2008).
De acuerdo con la entrenadora personal Kids Coaching Carol Freitas, saltar, correr, patear, empujar y agarrar son los movimientos básicos para la realización de actividades físicas para los niños. Y debe ser incentivada desde la primera infancia (0 a 6 años de edad), pues proporciona muchos beneficios:
• Crecimiento y desarrollo saludable;
• Mejora la autoestima;
• Huesos, músculos y articulaciones más fuertes;
• Un corazón más fuerte;
• Franja de peso saludable;
• Aprender nuevas habilidades mientras se divierte;
• Mejor foco y concentración durante las clases.
“Incentivar al niño a practicar actividades físicas es muy importante para proporcionarle un futuro mejor en todos los aspectos”, comenta Carol. Además, destaca la necesidad de socialización y conexión con la realidad. “Actualmente, observamos como constantemente los niños están dependientes de las nuevas tecnologías y cada vez menos disfrutan de compañías de otras personas. Por eso, tenemos que conectarlos con la vida real, a través de juegos, modalidades deportivas colectivas también de forma divertida, placenteras y como un juego”, dice.
¿Qué se recomienda?
La entrenadora explica que los bebés deben ser estimulados a moverse varias veces por día, sea buscando objetos, gateando y hasta los 2 años sin contacto con tabletas, celulares, productos electrónicos. A partir de los 3 a los 5 años, lo niños pueden ejercitarse 180 minutos a lo largo del día (andar en bicicleta, saltar a la cuerda, jugar a la pelota). Y a partir de esa franja etaria, también pueden comenzar a nadar, practicar danzas, practicar luchas o deportes colectivos de manera gradual.
Entre los 5 y 7 años, ya va a tener habilidades y puede hacer cursos de natación, judo, lo que le parezca más interesante y que sea placentero. Entre los 6 y 19 años de edad, los niños y adolescentes pueden ejercitarse, como mínimo, una hora por día, con actividades más intensas, como correr, nadar, pedalear, saltar o con juegos que trabajen con el peso corporal y aceleren más la respiración y el latido del corazón. Actividades que estimulen la flexibilidad y el desarrollo de músculos y huesos, como la musculación, pueden hacerse por lo menos tres veces a la semana con seguimiento profesional.
Importante:
La orientación y el seguimiento profesional son indispensables para no poner en riesgo la salud de los niños. ¡Converse siempre con el pediatra y el educador físico! ¡Las informaciones que presentamos acá no substituyen de ningún manera ese trabajo profesional!
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