El embarazo es un momento muy importante que será siempre recordado. Además de los buenos recuerdos afectivos, llegarán los relacionados a la salud y al desarrollo del bebé. Y para que también sean buenos, es necesario tener la consciencia de que la rutina de la gestante afectará directamente al bebé y que generar una vida exige cuidados que van más allá del prenatal al día y de los buenos hábitos alimentares de las mamás.
Las futuras mamás tienen la responsabilidad de pensar en el bienestar del niño en todo momento, durante todas las semanas de gestación. Es importante estar atentas hasta incluso en algunas actitudes cotidianas, que muchas veces ni se imagina que pueden afectar su salud y la del bebé.
A continuación algunos ejemplos:
El contacto con la tierra sin guantes: Hay riesgo de contaminación con parasitosis, hasta incluso la temida toxoplasmosis, si, por ejemplo, hubiera heces de gatos en la tierra. La Toxoplasmosis en el embarazo puede llevar a malformación fetal y hasta incluso al aborto espontáneo.
Cigarro: Las embarazadas no deben fumar ni estar cerca de fumadores. Inhalar el humo del cigarro de los otros, o sea, el tabaco pasivo, también puede generar riesgos para el bebé, como bajo peso, envejecimiento de la placenta y menos cantidad de líquido amniótico.
No lavarse los dientes correctamente: La higiene bucal debe ser siempre bien realizada y después de las principales comidas, pues las gestantes tienen una cierta sensibilidad y una caída de la inmunidad. Todos los problemas se pueden agravar, inclusive con relación a la salud bucal.
Actividade física en exceso: Es importante hacer ejercicios físicos en la gestación, pero el exceso puede causar problemas, como afectar el útero, interfiriendo en el tamaño del bebé, que puede desarrollar hasta incluso la patología de crecimiento restringido, en la cual el bebé tiene un tamaño mucho menor del que debería. Además, puede ocurrir una disminución del líquido amniótico por deshidratación e insuficiencia placentaria, cuando la placenta envejece antes de tiempo. Es importante saber que la cantidad de ejercicios recomendada para cada gestante va a depender de cuánto ejercicio hacían antes. Y más: es imprescindible la orientación y seguimiento del (de la) ginecólogo(a) obstetra y del profesional de educación física.
Baños muy calientes: La temperatura muy alta del agua puede causar una caída mayor de presión y la sensación de malestar y de desmayo y hasta el desmayo en sí.
Alimentos no lavados correctamente: Los alimentos higienizados de forma equivocada, especialmente los consumidos crudos como lechuga y tomate, pueden contaminar a la gestante con parasitosis, toxoplasmosis o salmonelosis. Por eso, es importante evitar comer ensaladas en restaurantes que no son de confianza.
Cafecito: El consumo de café y otras fuentes de cafeína entre gestantes es polémico, depende de cada médico. Pero algunos prohíben la cafeína de cualquier tipo, pues en personas con tendencia a vasoconstricción, la cafeína puede llevar al envejecimiento placentario y eso altera toda la gestación. Otros médicos permiten un consumo muy moderado. Entonces, es importante estar atenta y conversar con el médico que va a evaluar cada caso. Lo mismo sirve para el consumo de tés.
Sal en exceso: Abusar de la sal puede aumentar el riesgo de hipertensión en gestantes que ya presentaban tendencia a desarrollar el problema, que es serio, principalmente en ese momento. Entienda más aquí.
Comer mal: Estar embarazada no significa comer por dos y mucho menos comer solo alimentos poco saludables. En esta etapa es esencial una alimentación equilibrada y no tenerla puede causar déficits nutricionales y favorecer la diabetes gestacional, presión alta y otros problemas.
Exposición al sol: ¡Mucho cuidado con el sol! El surgimiento de manchitas oscuras en el rostro y en el cuello, llamadas científicamente melasmas, pueden ser evitadas de acuerdo con el cuidado que la madre tiene con relación a la exposición solar. Es importante pasarse protector solar factor 30 siempre que salga de casa y usar lentes oscuros, gorros de ala ancha o con visera. Son comunes también otras manchas en lugares como abdomen, senos y axilas, sin embargo, gran parte de las mismas podrá desaparecer después del nacimiento del niño. De todas formas, se recomienda siempre confirmar el origen de esos casos con un dermatólogo de confianza.
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